En el mundo solo quedan algunos ejemplares de esta especie, ya que se encuentra en peligro de extinción.
Para los zoológicos estas especies son un tesoro, pero también lo son para toda la humanidad.
En los zoológicos hubo un éxito en la reproducción de los ejemplares.
En las organizaciones de defensa de la naturaleza viven de 40 a 50 ejemplares.
Los biólogos instalaron en los bosques fotogramas durante años, también investigan las huellas, este es el único método para saber cuantos ejemplares existen.
Actualmente insertaron en los zoológicos una nueva técnica que suministra los datos vitales de estos animales. También colocan cámaras en árboles de grandes alturas para tener una mejor visión sobre estos animales.
«Es una vieja senda que antes se usaba para transportar leña. Ahora está cubierta por arbustos ralos, pero para los animales resulta mucho más cómodo andar por espacios abiertos que por lo más espeso del bosque», señaló el ecologista Serguéi Aramiliov.
Para saber si todo esta colocado correctamente, los especialistas se ponen en el papel de estos felinos. Cuando estudian las cintas pueden determinar si las manchas del leopardo Amur fueron grabadas o no. De esta manera se puede saber cuantos ejemplares quedan.
Con toda esta información, le dan los especialistas una nueva esperanza a esta especie.
